
El osito de peluche "protege" a quién duerme con él de todos los monstruos que su imaginación pueda crear, de sus miedos, a la vez que acompaña el sueño reposado y feliz.
Sirve de compañía, de almohada, da calorcito, acompaña, quita los miedos, ayuda a soñar.
Un amigo que alivia el malestar de la oscuridad, que tiende su mano para llevarnos a los sueños, donde todo es dulce y bonito
También es un estímulo que ayuda a iniciar el proceso del sueño. El niño relaciona el peluche con dormir, se crea una conexión nerviosa, un vínculo en el cerebro que dice: mi osito... a dormir.
Dios nos dió la capacidad de dormir y soñar, y no es para
que se quede solo en sueños, es para cuando despiertes te levantes con
más ánimo y digas lo voy a conseguir
Juan Guillermo Arenas MarinPara Paco y su hija |
Solamente gracias.
ResponderEliminarDe nada
ResponderEliminar