¡Qué nadie se mueva! Traigo un dragón y no dudaré en usarlo |
La asnoterapia consiste en la ejecución de diferentes ejercicios, adecuados al grado de discapacidad de cada participante, a lomos de un burro o en un carro tirado por el mismo, en un recorrido en el que se presentan distintos objetos con los que el participante tiene que interactuar.
Los beneficios que esta técnica reporta a los individuos con necesidades especiales han sido corroborados por diferentes estudios. Entre estos beneficios destacan la corrección postural, el fortalecimiento de la musculatura, la estimulación motora y sensorial y la mejora de las capacidades afectivas y de asociación.
Los burros son, además, un foco de atención para los niños, de modo que incluso el más inquieto, agitado o retraído se muestra tranquilo cuando acaricia o habla a los asnos. Esta técnica permite aprender nuevas habilidades en un ambiente seguro y afectuoso, que además es divertido. El marcar metas simples y accesibles en la sesión de asnoterapia aumenta la motivación, eleva la autoestima y la confianza del participante y el simple hecho de montar al animal mejora el equilibrio y la agilidad.
No te mueras Shrek. Si ves un túnel, ¡no te acerques a la luz! |
Los asnos son entrenados para acostumbrarse a la montura y al carrito o remolque, a los ruidos, sobresaltos, aspavientos y situaciones inesperadas con el fin de garantizar un comportamiento adecuado.
Resumen del artículo Consulta sobre Asnoterapia de la Revista "Información Veterinaria", noviembre 2010.
Más información en www.elrefugiodelburrito.com, donde se puede, incluso, apadrinar un burrito, hacer donaciones, voluntariado...
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